Actualmente existen muchos casos de robo de agroinsumos en el país, lo que conlleva a crear un mercado irregular de estos, y que los compradores no tengan la verificación de lo que están comprando. Es por eso que se les preguntó a distintos personajes de la agricultura, para saber cómo se detiene esto, cómo sucede y consejos para los agricultores.
Por: Catalina Zelaya.
Fideliza Comunicaciones.
El robo de agroinsumos en el país no es una novedad, pero lamentablemente si es una realidad que sigue ocurriendo y puede llevar al agricultor a perder todo su trabajo, porque por un lado no puede vender al perder la trazabilidad de sus productos, o porque el agroquímico no es lo que aparece en su descripción y puede llegar a matar su producción. La compra y venta informal de agroinsumos puede significar un daño permanente para el medioambiente, los cultivos e incluso la vida de las personas, si estos no son bien utilizados y se pierde el rastro ya que no se tiene la trazabilidad del producto.
Según el informe “El tráfico ilícito de mercancías falsificadas y el crimen organizado transnacional” realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC), existe un gran mercado de químicos y pesticidas producidos ilícitamente y la utilización de estos pueden tener repercusiones para la salud de las personas, la economía y el medio ambiente. “Los costes ecológicos de la falsificación a menudo se subestiman. Al no estar regulada, la producción de mercancías falsificadas puede plantear problemas medioambientales particulares”, señala el documento. Y agrega que, “al no conocerse la identidad de los productores, los recursos legales o los derechos del consumidor son prácticamente inexistentes, de la misma forma que no existe una idea clara de quien debería ser responsable de cualquier operación de limpieza o de las consecuencias posteriores”.
El mercado irregular de agroinsumos existe porque hay compradores, y son los mismos agricultores que al adquirir productos robados ayudan a que esto no desvanezca.
Además de afectar al agricultor o empresa a la que le robaron los agroinsumos, esta práctica puede generar un gran problema a la hora de intentar exportar o vender la cosecha, ya que todas las cadenas que venden frutas, verduras y semillas exigen una trazabilidad de todos los productos aplicados. Es por eso que es tan importante saber perfectamente el tipo de agroquímico, su fecha de carencia y sus tratamientos de utilización, entre otros.
El robo de agroinsumos es muy específico y tiene un mercado delictual muy acotado. “La liquidación de los productos robados siempre se ha sospechado que en su gran mayoría son productos robados por encargos, ya que la forma de operar es relativamente parecida en el sentido de que no es al azar, sino que dirigida a productos de alto valor”, señaló Rodrigo Lavín, director ejecutivo de Adiac A.G. (Asociación de Distribuidores de Insumos Agrícolas de Chile).
Esta práctica es muy real y existen muchos agricultores que han intentado ser persuadidos por los vendedores ilegales, como lo fue Héctor Zelaya, agrónomo de la Región de O´Higgins, quien cuenta que, “un día estaba en mi campo y llegó un señor preguntando por mí, y me comentó que tenía petróleo y un Roundup más barato que en las químicas para venderme. Me pareció curioso ya que llegó sin conocerme, por eso le pregunté de parte de quién venía y él me dijo que era independiente y que tenía los mejores precios del mercado. Ahí fue cuando me percaté que eran insumos robados y le dije que no participaría en su venta”.
Es muy difícil medir esta situación ya que no todos reportan los ofrecimientos ni los robos, por eso Rodrigo Lavín comenta que, “no tenemos una estadística oficial de los dólares robados en pesticidas por años, pero por las pocas cifras que yo manejo como Asociación me atrevería a decir que son varios millones de dólares si se suman los robos en los tres niveles es decir proveedor, distribuidor y agricultor”.
Uno de los temas que preocupa al gremio es la penalización de este tipo de delitos. Según la abogada UC, Florencia Draper “la pena del robo de agroinsumos depende del lugar de donde fueron sustraídos. Si se trata de una bodega en una industria, podríamos estar frente robo en lugar no habitado o sitio no destinado a la habitación, delito que se castiga con presidio menor en sus grados medio a máximo, es decir, el sujeto arriesga una pena de cárcel que parte desde 541 días y se puede extender hasta 5 años”, señaló. Y puntualizó que, “mientras que si los agroinsumos se encuentran en un campo donde habitan personas, su sustracción podría configurar un robo en lugar habitado, delito que es más grave y tiene una pena de presidio mayor en su grado mínimo, que va desde cinco años y un día a diez años de cárcel”.
Otro factor importante es el delito de comprar estos agroinsumos robados, ya que también son penalizados ante la ley “nuestro ordenamiento jurídico sanciona a aquellos que adquieren los agroinsumos robados (delito de receptación de especies) con una pena de presidio menor en cualquiera de sus grados (pena de cárcel que va desde 61 días a 5 años) más una multa de 5 a 100 UTM”.
Rodrigo Lavín señala que principales los riesgos e implicancias de usar un producto de origen desconocido son:
Según explicó el director ejecutivo de la Asociación Gremial Adiac, normalmente los agricultores de más tamaño, tienen contrato con alguna química o empresa de distribución, pero el peligro está para los agricultores menores, que al comprar menos productos de agroinsumos se ven más tentados a adquirirlos de manera ilegal sin soslayar el riesgo que corren.
Este fenómeno se da por el “boca a boca” o por datos, y el gran riesgo es que estos agroinsumos en teoría baratos, pueden llevar a perder toda la producción, ya que al ser de dudosa procedencia no saben si son reales y por ende podría ser cualquier producto al que le cambiaron la etiqueta.
Las recomendaciones para los agricultores de evitar este delito son, comprar solo a vendedores autorizados, verificar que los envases sean originales y que estén bien sellados, revisar las correspondientes autorizaciones y verificaciones, comprobar que la factura sea la correspondiente al producto, comunicar a las autoridades si sufrieron un robo, para poder rastrear los productos y también si les ofrecen agroinsumos de dudosa procedencia.
Las recomendaciones para los agricultores de evitar este delito son, comprar solo a vendedores autorizados, verificar que los envases sean originales y que estén bien sellados, revisar las correspondientes autorizaciones y verificaciones, comprobar que la factura sea la correspondiente al producto, comunicar a las autoridades si sufrieron un robo, para poder rastrear los productos y también si les ofrecen agroinsumos de dudosa procedencia.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
