Hacer análisis de suelo, implementar un riego eficiente y un programa de fertilización adecuado para cada siembra son factores que se deben considerar para que un proyecto de esta índole sea exitoso.
En la Región del Maule, dos agrónomos expertos en maíz están ensayando una plantación en híperdensidad, inspirados por el mexicano Ernesto Cruz González. Ya vislumbran buenos resultados.
Por: Florencia Polanco.
Fideliza Comunicaciones
Con la variedad de híbridos de maíz que existen hoy, este cultivo es considerado el de mayor potencial de producción de materia seca por unidad de tiempo y espacio. Este factor hace que la alternativa por sembrar esta especie en alta densidad sea una opción interesante de explorar para los productores.
Sabemos que los maiceros se han visto afectados por los precios en años anteriores, y aunque las perspectivas mejoraron significativamente para el 2022, maximizar los rendimientos y obtener más kilos por hectárea es un objetivo clave en este cultivo. Hacia allá apunta, precisamente, la tecnología de siembra de maíz en alta densidad, la que en Chile se está probando hace algunas temporadas.
Para que un cultivo de maíz sea considerado de alta densidad debe cumplir con ciertas características técnicas. En Chile, la densidad más habitual está en torno a 100 mil plantas por hectárea a cosecha. “Un cultivo de maíz en alta densidad y específicamente uno de híperdensidad permite acercarse o alcanzar el potencial de rendimiento”, comenta Iván Ferrière, Supervisor Técnico Comercial de Anasac.
Si bien los criterios de siembra de maíz en alta o híperdensidad serán los mismos de una siembra normal, se debe considerar que en una siembra con mayor densidad las plantas tenderán a crecer más de lo habitual y los tallos se adelgazarán, haciendo al cultivo susceptible de tendedura.
“Una mayor densidad en general tiende a ser una mejor opción en términos de rendimiento, mientras el manejo sea óptimo y, a su vez, el clima en precosecha sea suficientemente benigno para que no provoque tendedura”, puntualiza Ferrière, y advierte que “frecuentemente se pierden plantas por manejo deficiente, lo que en muchos casos puede generar bajos rendimientos”.
Por eso mismo, la implementación de esta tecnología para lograr los resultados esperados debe incluir otras prácticas culturales y de manejo. “Cualquier aspecto, por mínimo que parezca, si se descuida significará sin duda perder potencial”, enfatiza el agrónomo de Anasac.
Un primer paso antes de embarcarse en un proyecto de esta índole es analizar el suelo. En el caso del maíz, “este cultivo necesita preparaciones de suelo profundas y suelo con buen drenaje”, detalla Ferrière.
Otro aspecto importante es realizar una correcta fertilización. Las recomendaciones en esa línea son complementar fertilización tradicional con la fertilización vía riego. A su vez, combinar fertilización radical y fertilización foliar en forma balanceada y oportuna será imprescindible.
Asimismo, otro factor relevante es implementar un sistema de riego tecnificado, ya sea por goteo con carrete o pivote. Por supuesto, todo lo anterior sin perjuicio de que se deben cuidar los aspectos tradicionales de una siembra de maíz, como son “la elección de un híbrido apropiado, concentrarse en la calidad de la siembra y realizar un buen control de malezas, enfermedades y plagas”, agrega el asesor.
Además de sembrar en alta densidad, también existe la alternativa de sembrar en híperdensidad. En este innovador proyecto se embarcaron Iván Ferrière y Sebastián González, ambos ingenieros agrónomos que trabajan en la empresa de Anasac, con trayectoria y experiencia en este cultivo.
“Estamos realizando un ensayo de siembra en híperdensidad, con poblaciones entre 140 mil y 210 mil plantas por hectárea, en distintas distribuciones. Este ensayo replica los experimentos llevados a cabo durante las últimas temporadas por el Ingeniero Agrónomo mexicano Ernesto Cruz González, quien acuñó el concepto de híperdensidad y ostenta el récord mundial de rendimiento en maíz para grano seco, con alrededor de 440 qq/ha”, cuenta Ferrière.
El ensayo lo están realizando en media hectárea en la Región del Maule, en la localidad de Unihue, donde disponen de riego por goteo. “Este ensayo es una tremenda herramienta para ver si logramos mayor rendimiento. Si bien implica mayor costo, también significa ahorro de agua, que es un factor importante a considerar en estos tiempos”, complementa Sebastián González.
Como el ciclo del maíz es corto, cercano a los seis meses, están próximos a medir los resultados. “Queremos saber si las poblaciones realmente rinden. Creo que vamos a llegar a muy buen rendimiento. Si llegamos a 300qq/ha sería súper bueno”, agrega González.
Si el ensayo resulta bien, añade, algo que esperan ver con mayor claridad en abril, quieren mostrar esta idea a otros productores para que la repliquen. “Lo vemos como una alternativa que puede ayudar al pequeño o mediano agricultor, como una solución para el que tiene entre 5 y 10 hectáreas”, dice González.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
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