De acuerdo a la etapa de dormancia que entran los árboles de cerezas en esta época, el reconocido asesor Patricio Morales explica por qué este periodo es una de las claves para alcanzar todo el potencial productivo y entrega algunas recomendaciones para los productores. Te invitamos a leer el reportaje…
En los últimos años hemos visto un rápido aumento en el volumen de la producción de cerezas en nuestro país. Y con mercados cada vez más exigentes, los productores se han visto en la necesidad de llevar un mejor manejo y control para asegurar, de alguna manera, una mejor calidad de la fruta.
Si bien, no hay una receta mágica para lograr lo anterior, existen una serie de acciones que los productores deben considerar, de acuerdo a la fenología de la planta; estrategia de fertilización poscosecha, acumulación de reservas en el verano, atención a las condiciones de la dormancia, control de heladas, poda de renovación de estructura, regulación de carga oportuna y otros.
Considerando lo anterior, el destacado asesor Patricio Morales, explica que la entrada en “Receso o Dormancia” de los árboles es uno de los aspectos más relevantes para alcanzar todo el potencial productivo.
Cuando hay veranos muy calurosos, las plantas tienden a seguir vegetando, lo que puede ser muy negativo debido al efecto de acumulación de reservas y una dura entrada al receso de los árboles. “Considerando lo anterior, debemos preparar y llevar nuestros huertos a una entrada al receso lo más normal posible, por lo cual nuestros árboles deben llegar al 1 de mayo, con un 50% de hojas amarillas o caídas. Recién cumpliendo esto, las plantas están receptivas a percibir y acumular frío”, sostiene Patricio Morales.
En los últimos años hemos sido testigos de otoños más cálidos. Abril ha mostrado temperaturas un tanto veraniegas, lo que afecta el apresto de los árboles antes de entrar al primer periodo de dormancia. La falta de horas de frío en este mes hace que las plantas no comiencen su dormancia en buenas condiciones. Es por esto que el asesor Morales sostiene que el manejo de los huertos “debe ser preciso, para obtener un buen resultado vegetativo y productivo, sobre todo en variedades de mayor necesidad de frío, como Bing, Regina y Kordia”.
En esa misma línea, agrega que debemos tener en cuenta que el desarrollo fenológico de los primeros 30 a 40 días después de plena flor, son principalmente a puntas de reservas, producto de los fotosintatos que son carbohidratos, resultantes de la fotosíntesis que se entregaron en la post cosecha pasada. “Cuando se reconocen veranos muy largos, las hojas y/o brotes -quienes quieren seguir vegetando y a esta fecha con una mínima y casi nula generación de azúcares producto de la fotosíntesis-, deben “alimentarse” de las reservas ya generadas en los meses de poscosecha, entre enero y marzo, desmejorando el nivel y amenazando el óptimo desarrollo a partir de brotación y floración. Muchas veces esto no es considerado en los análisis, pero personalmente creo que es uno de los factores principales de bajas cargas en años de altas cargas y con veranos muy extensos u otoños muy cálidos”, afirma el asesor.
De esta manera, la cantidad de frío acumulado entre los meses de abril y mayo, entre otros factores, son determinantes para obtener una buena cuaja. “El principal factor climático que permite que la planta se prepare para resistir bajas temperaturas, creando crecimiento secundario en base a madera mediante el proceso de lignificación y ayudando además al cierre total de brácteas de las yemas, es (son) la primera(s) “helada(s)” otoñal(es) o temperaturas bajo los 9°C” asegura Patricio Morales.
Es por lo anterior que, durante los años con baja acumulación de frío, las temperaturas mínimas elevadas generan una mayor respiración de las reservas nutricionales de la planta, restringiendo su uso para los procesos de floración y brotación de la primavera siguiente, lo que implicaría una disminución en la producción de la temporada.
Sumado a lo anterior, Patricio Morales destaca que, en los años con baja acumulación de horas frío, “la caída de hojas se da de forma irregular, lo que no permite tener un manejo simple del programa de Cobres (Cu) para control de Pseudomonas syringae pv. syringae, por lo que muchas veces los productores, al esperar ciertos niveles de caída de hoja, quedan descubiertos y con permanentes condiciones de infección avanzado el mes de mayo.” Considerando esto, el asesor establece 4 recomendaciones:
1. Manejo del riego
Se debe regar hasta no más allá del 5 de abril. En huertos con mucho vigor y que aún sigan con mucha actividad vegetativa, regar hasta el 30 de marzo. Cabe recordar que lo que se debe modificar son las “frecuencias” de los riegos, aumentando o alejándolos, y no la cantidad de “horas” de riego.
En aquellas zonas que por limitaciones de oferta de agua ya han parado sus riegos, NO DEBERÁN REGAR MÁS, aunque tengan agua disponible a corto plazo. Si se realizan riegos tardíos luego de una época de “sequía”, podrían activar nuevamente las plantas y esto sería grave.
La limitación de agua de riego ya en esta época es factor fundamental para comenzar a madurar las hojas y lignificar otros tejidos, ya que no se dispone del estímulo de las bajas temperaturas para someter a la entrada a receso de los árboles.
2. Preparación Exógena para desatar la caída de las hojas En los distintos huertos, y mediante su previa revisión, se sugiere utilizar productos en base de Molibdeno y Boro, para descargar y movilizar las reservas a las raíces y acelerar la lignificación de la madera, con lo siguiente:
En ambos casos los productos deben quedar homogéneamente aplicados, cubriendo todos los puntos de crecimiento de los árboles.
3. Inducción cáustica para la abscisión de las hojas.
Si no logramos llegar al 15 de abril con algún esbozo de caída de hojas, y los huertos aún están con actividad vegetativa, debemos aplicar lo siguientes agentes químicos que, por medio de intoxicación de las hojas, lograrán hacer abscisión de ellas:
Se debe utilizar para la aplicación un volumen acorde a la canopia de cada huerto de manera de cubrir homogéneamente cada punto vegetativo de los árboles.
Por favor considerar estos comentarios para que nuestras plantas se vayan a dormir plácidamente y que no quede de nosotros para tener y lograr los potenciales productivos, además de mantener su estado sanitario como base principal del éxito económico y que por lo demás todos queremos mantener en el tiempo.
4. Fertilización Poscosecha
No fertilizar nunca más allá del 10 de marzo, si no se hizo fertilización al suelo o foliar poscosecha, NO aplicar, ya que sería aún más difícil hacer que los árboles hagan abscisión o caída de sus hojas.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
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