Las últimas temporadas no han sido fáciles para los productores de cerezas, y la que se aproxima trae consigo un nuevo desafío: un Año Nuevo chino adelantado, que es el momento en el que se espera lograr los mejores retornos, dado que la cereza es toda una celebridad en el país asiático en esa fecha. ¿Cómo enfrentar este escenario para sacarle el máximo partido a esta nueva campaña? El asesor Patricio Morales entrega recomendaciones y manejos clave para tener en cuenta.
El experto afirma que “dejar un árbol bien podado significa que no tendrá ninguna necesidad de raleo de flores y frutos, y por lo tanto ahorrar los costos que conllevan estas labores”. Asimismo, añade que “la poda invernal es de vital importancia, ya que sacar ramas permite renovar madera y mantener los árboles siempre jóvenes”.
Habiéndose hecho una buena poda, el siguiente paso, especialmente este año, será adelantar la cosecha, es decir, la maduración de la fruta. Hay que tener en cuenta que la cereza es un fruto no climatérico, es decir, que una vez cosechado no sigue madurando.
Agrega que “ha sido un año de buena acumulación de frío, lo que implica que habrá una buena cuaja, por lo tanto, el ajuste de carga será necesario porque seremos menos dependientes de una primavera con mucho calor. Hay que considerar que hoy el negocio de la cereza es boutique, y que menos kilos significan mayores retornos por efecto de que los calibres grandes son los que realmente valen y producir fruta pequeña (22-24-26 milímetros) en algunas variedades puede significar pérdidas”.
“El cerezo es un cultivo intenso. Entre la flor y la cosecha pasan tan solo 85 días, los que son claves para obtener fruta de calidad”, agrega Morales. Para cuidar la floración, que es el paso previo a la cuaja, recomienda la aplicación de fertilizantes foliares, como calcio, boro y zinc. “Este frutal toda la energía que usa en brotación, floración y cuaja es con reservas que tiene de la temporada pasada, y por eso es tan importante administrar estos nutrientes para suplir la carencia de elementos minerales en ese período”, añade el asesor.
Obtener calibres grandes es otro aspecto clave. Si bien son muchos los factores que influyen en el tamaño del calibre, desde el riego, la poda, la nutrición y el ajuste de carga, también se pueden utilizar reguladores de crecimiento específicos para aumentar calibre (uso correcto de citoquininas y giberelinas). A su vez, existen bioestimulantes que permiten una mejor expresión de la planta.
“Por una parte, las citoquininas aplicadas antes estado de balón o plena flor promueven la división celular, lo que genera fruta más grande, y por otra parte, la aplicación de giberelinas desde inicio de pinta o envero genera elongación celular, mejorando la firmeza sin afectar la coloración”, explica el asesor.
El aspecto de la fruta también es una característica importante. Para lograr los retornos esperados hay que cuidar su sanidad y que no presente hongos como la botritis y la alternaria, lo que hace muy importante las aplicaciones de fungicidas durante el proceso de la floración. Ambos hongos generan pérdida de fruta, ya que en destino esa fruta llega con problemas de pudrición, lo que no la hace comercialmente viable.
El color de la cereza también es fundamental. De hecho, es por esa característica que los consumidores chinos la prefieren por sobre otras frutas. “El fósforo es muy importante en temas de color. La fruta con más fosforo tiene más opciones de concentrar el color en la cosecha, y también se relaciona con la firmeza, pues reduce algunos desórdenes fisiológicos”, señala Morales, y recomienda aplicarlo desde la pinta a la cosecha.
Por último, y dado la creciente escasez de mano de obra, siempre es importante planificar bien la cosecha. Lo que se recomienda es cosechar en la menor cantidad de pasadas posible, y para eso existen productos específicos que ayudan a homogenizar la cosecha.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
