En un mundo en constante cambio y con una creciente población mundial -se proyecta un aumento de 30% hacia 2050- la innovación en el campo de la agricultura se ha convertido en una necesidad imperante. La capacidad de producir alimentos de manera eficiente y sostenible se ha vuelto esencial para garantizar la seguridad alimentaria y enfrentar los desafíos futuros.
Los desafíos en el agro son numerosos y urgentes, entre ellos, dar respuesta al aumento de la demanda alimentaria, enfrentar la escasez de recursos naturales, como el agua, el suelo y la energía, adaptarse al cambio climático, junto con mejorar la eficiencia de los sistemas de producción y reducir los costos.
Chile es un connotado líder mundial en el agro, y por lo mismo, tierra fértil para la innovación. Desde 2020 el Premio Nacional de Innovación Avonni incluye la categoría Agro del Futuro FIA, patrocinado por la Fundación para la Innovación Agraria, la segunda que recibió más postulaciones este año.
Aquí te contamos 4 proyectos de innovación -el ganador 2022 y los 3 finalistas 2023- que han sido destacados en el marco de este reconocimiento, que busca resaltar el trabajo de personas innovadoras comprometidas con la agricultura del mañana, introduciendo nuevas tecnologías y proponiendo soluciones innovadoras en un mundo marcado por la escasez hídrica, el cambio climático y la disminución de mano de obra agrícola.
Se trata de soluciones ingeniosas que apuntan a solucionar distintos problemas de agro, aportando además al cuidado del medioambiente y a la economía circular.
Modular: agricultura de precisión en el desierto
La tecnología y la agricultura siempre han tenido que adaptarse a las particularidades de cada zona y cada cultivo. La Región de Arica y Parinacota es conocida por tener la radiación solar más alta del mundo, temperaturas extremas, escasez de agua y suelos salinos, sin duda un contexto altamente desafiante para el desarrollo agrícola. A esto se suman las limitaciones de infraestructura y la falta de conectividad, que dificultan aún más la implementación de tecnologías avanzadas.
Pero nada de esto fue impedimento para la empresa Ancestral Tech, que es parte del centro tecnológico WAKI Labs en Arica, creadora de Modular, innovación que obtuvo en primer lugar en la categoría agro de los premios Avonni 2022.
Se trata de pequeños módulos que permiten hacer agricultura de precisión en espacios con mala conectividad, estabilidad eléctrica o calidad de la infraestructura; tal y como ocurre en los invernaderos en el desierto.
Modular “permite medir, controlar, resguardar distintos procesos de las plantas, por ejemplo, saber cuándo hay que activar las luces de manera automática, las bombas, medir los riegos, entre otros, pero con una tecnología más resistente a las inclemencias de acá. La tecnología que existía no estaba pensada para este clima. Entonces, era muy frágil y no duraba mucho y la inversión nunca se hacía válida”, explica Patricio Arias, cofundador de la empresa Ancestral Tech. Como ingeniero de software también destaca la oportunidad de desarrollarse profesionalmente en su región, cuando la mayoría de sus colegas suelen emigrar al no encontrar un campo laboral que se adapte a su experiencia.
Otra ventaja de Modular, explica, es que en lugar de las grandes y pesadas maquinarias del agro, Modular podría ser vista como el “LEGO” de la agricultura de precisión en el desierto, logrando mejoras en el ahorro de agua sobre el 90%.
Neltulme: tecnología para optimizar el control de plagas
Este proyecto, finalista del premio Avonni 2023, nació a partir de una conversación entre escolares. Antonio Cabreira y Daniel Jiménez, amigos y compañeros de colegio, estaban en un campamento scout cuando se preguntaron a qué querían dedicarse cuando egresaran de la universidad. Y ambos coincidieron en que tenían un especial interés por generar soluciones tecnológicas que apuntaran al cuidado del medio ambiente y a la protección de la biodiversidad.
Y así, como un sueño entre adolescentes, nació Neltulme, nombre del lugar donde tuvieron esa conversación que, años después, cobró vida. Se trata de una empresa de hardware que se enfoca en el control y monitoreo de plagas que afectan a distintos cultivos agrícolas, que desde 2016 vigila cerca de 3.600 hectáreas de frutales en Chile y que está próximo a aterrizar en Brasil.
¿Cómo funciona? Para hacer un monitoreo preciso, instalan una máquina cada diez hectáreas, la cual funciona en base a energía solar y realiza tres procesos: toma una fotografía diaria de las trampas de feromonas, una cada tres días al cultivo y además hace registros climáticos cada una hora. Toda esa información se sube a una nube que procesa los datos y se envía como un informe a los productores, por WhatsApp o al correo, para que tomen decisiones adaptadas a cada cuartel.
River Plan: suero que se transforma en plástico biodegradable
Las lecherías y queserías generan grandes cantidades de suero diariamente, el que es considerado un residuo. Hasta ahora, porque el ingeniero civil industrial Iván Pino, de la Región de Los Ríos, le está dando un nuevo uso a través de su empresa River Pla, también finalista del premio Avonni 2023.
Tras una investigación conjunta con la Universidad de Concepción, lo que hace este innovador ingeniero es procesar este suero para transformarlo en plástico biodegradable, también conocido como PLA, el que comúnmente se produce a partir de almidón de maíz o caña de azúcar. El PLA tiene múltiples usos en el agro, entre ellos, la fabricación de envases o infraestructura.
¿Cómo es posible que el suero de leche se transforme en plástico? Ocurre que contiene proteína y un 77% de lactosa, componentes de los cuales se extrae lactida, que es precursor del ácido poliláctico, a partir del cual se obtiene el PLA.
No solo una idea ingeniosa, si no un aporte a la economía circular. Dependiendo del tamaño de una quesería o una lechería, estas producen entre 20 mil litros y 1 millón de litros diarios de lactosuero, mientras que para hacer un kilo de PLA -el cual vende en forma de pellets- se necesitan 50 litros de lactosuero.
Hongos para mejorar suelos contaminados
Cada año el reino fungi capta más la atención. Eso le ocurrió a Marcela Carvajal, investigadora asociada del Centro de Biotecnología de la Universidad Federico Santa María, con amplia experiencia en formulación de bioproductos.
Dado que los suelos son un recurso fundamental para la producción agrícola, pero muchos están dañados por manejos convencionales, se preguntó qué hongos podrían ser tolerantes a pesticidas y metales pesados en la Región de Valparaíso.
Recorriendo distintos campos y terrenos con suelos degradados en Puchuncaví obtuvo la respuesta. Encontró un hongo -un tipo de tricoderma- que no solo es tolerante a altas concentraciones de metales pesados, por lo que puede sobrevivir en ese ambiente, sino que además es capaz de retener ciertos metales en su biomasa. Esto abrió la puerta, lo que ya han constatado en investigaciones, a que el hongo sea capaz de remover sobre el 50% del metal pesado en el suelo.
De esta forma, el hongo se transforma en una alternativa atractiva para mejorar suelos contaminados. El proyecto, tercer finalista del premio Avonni 2023, todavía está en fase piloto, pero ya están trabajando para comenzar a implementarlo en campos y comenzar a producirlo como bioinsumo, en formato en polvo.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
