Las prácticas de manejo y gestión agricola pueden influir sobre el equilibrio de nuestros suelos, es así como el trabajo incorporando materia orgánica de calidad, con altos índices de carbono orgánico total al suelo (COTS), complementados con ácidos húmicos y fúlvicos, todo lo anterior ha sido conjugado en un activador de materia orgánica del suelo que se resume en EcoPlus 207, que aporta altas tasas de COTS, ácido fúlvico, húmico, ácido láctico, glicerol y finalmente nitrógeno y potasio de altas biodisponibilidades. Junto con lo anterior EcoFast Complex permiten un potpurrí de elementos romper antagonismos producto de desbalances inducidos en el suelo tales como cinc, cobre, boro, molibdeno, entre otros, que facilitan la estimulación de mejores agregados y coloides de suelo, mejores capacidades de aireación y porosidad, y finalmente mejores tasas de asimilación de nutrientes y capacidad de entrega de ellos a los cultivos objetivos de producción.
Bien sabido es que prácticas de conservación agrícola aumentan el almacenamiento de carbono orgánico total en el suelo (COTS), un factor que se correlaciona con las cualidades físicas y químicas de los suelos (Ramos et all, 2018). En dichos estudios, los COTS estuvieron altamente correlacionados (r = 0.92) con la capacidad de intercambio catiónico (CIC, pH = 7) y la densidad del suelo. En la capa superior de suelo de 20 cm, la CIC aumentó en un 25% por cada 1,8 kg m2 de carbono orgánico almacenado. La eliminación de la materia orgánica del suelo redujo la CIC de un valor ya bajo de 8,40 meq/100 g a 4,82 meq/100 g. Por tanto, el humus es claramente importante para la formación de una carga líquida negativa en un suelo predominantemente electropositivo pero arcilloso.
Es posible entonces confirmar que el COTS es un indicador relacionado con las características fisicoquímicas de los suelos. Además, nuestros resultados demuestran que el mayor almacenamiento de carbono en sistemas agricola, se encuentran es aquellos con menor incidencia de prácticas de labranza.
La Capacidad de Intercambio Catiónico es el número total de cationes intercambiables que el suelo puede retener, es decir, es la capacidad del sustrato para aportar nutrientes a la planta.
Los cationes forman parte de nutrientes esenciales de las plantas. Los más comunes son K+, Ca2+, Mg2+, Na+, Al3+ y H+, y los menos comunes son NH4+, Fe2+, Mn2+ y Cu2+.
Las arcillas del suelo y materia orgánica tienen una mejor CIC, sobre todo la materia orgánica. Es decir, son los sustratos más fértiles de la composición del suelo. Además, la materia orgánica mejora las propiedades físicas del suelo, retiene agua, mejora la estructura del suelo y disminuye las pérdidas por erosión, por tanto al mejorar las adiciones de COTS mediante la utilización de EcoPlus 207, se irá incrementando en el tiempo la CIC.
El contenido de cationes intercambiables libres es muy pequeño comparado con la cantidad que se retiene en las arcillas o en la materia orgánica. La CIC es una reserva de nutrientes que repone los elementos absorbidos por las plantas o de la zona de las raíces. Sin embargo, existen múltiples relaciones entre los nutrientes del suelo, donde la gran mayoría implica antagonismos en la absorción de nutrientes por parte de las plantas, por ello la utilización de EcoFast Complex, permite romper los antagonismos de varios micro minerales, y a la vez ir reponiendo dichos elementos en el suelo y así propiciar la corrección permanente de carencias en base a Zinc, Manganeso, Boro, Hierro, Cobre y Molibdeno.
Algunos componentes del suelo y de la superficie hacen que la Capacidad de Intercambio Catiónico se vea afectada por el pH del suelo. Además, un aumento o descenso del pH del suelo puede hacer que algunos nutrientes se vuelvan insolubles, es decir, que se separen del complejo de intercambio y acaben lixiviados.
Para una máxima disponibilidad de nutrientes, el pH del suelo tiene que rondar el pH 6,5. Sin embargo, cada cultivo tiene un rango pH de mayor eficiencia en la absorción de nutrientes que normalmente y en función de la especie y variedad, varia entre 6 y 7.
Las estructuras necesarias para que se dé el intercambio catiónico se llaman Complejo de Intercambio o Adsorbente. Estos están formados por coloides, dichos coloides se forman en mayor cuantía con mayores CIC.
Para que se forme un coloide hace falta necesariamente humedad en el suelo, si no, no se forma el Complejo. Además, para que los nutrientes lleguen a la raíz también ha de haber humedad, si no no hay intercambio de cationes por nutrientes, si por el contrario, hay exceso de humedad y baja CIC, los nutrientes en su gran mayoría se lixiviarán y perderán su efecto nutricional para las plantas, por dejar de estar cerca de las raíces.
PGPM’s (microorganismos promotores del crecimiento de plantas por sus siglas en inglés) y micorrizas tienen una serie de beneficios para el suelo:
Estudios recientes, demuestran que el uso parcializado del biofertilizante Consorcio Microbiano Ecofos MicoFos, permite incrementos de materia seca y fósforo en fruta, mayor crecimiento de brotes y finalmente bajar la incidencia de hongos de postcosecha en hasta un 22%.
Los fertilizantes agroquímicos liberan los nutrientes de golpe. Esto provoca que si hay un exceso de un elemento en suelo puede desequilibrar el resto de los nutrientes, causando pérdidas.
Si se satura la CIC, no se almacenan otros nutrientes, se altera el pH y por lo tanto la CIC se desequilibra.
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Casilla 30.
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