A fines de 2023 fue destacada por la Fundación para la Innovación Agraria como “Mujer Agro Innovadora” de la Región de O’Higgins. A la cabeza de un proyecto con tradición familiar, ha logrado articular a más de 150 productores de este cereal. “Antes, nadie visualizaba mucho el trigo candeal, ahora se hace notar”, dice la fundadora de Bigda.
| 29 Enero 2024
“La sangre tira”, dice el dicho popular. Daniela Bignotti, de 35 años, lo sabe bien. Nacida en la cuna de una familia agricultora con raíces italianas, estudió nutrición y por años se dedicó a la atención de pacientes. Eso, hasta que la pandemia la empujó de nuevo al campo.
Hace más de 50 años, su abuelo paterno fue uno de los primeros agricultores que sembraron trigo candeal en Chile, variedad con la que se fabrican pastas, por lo que creció siendo parte de un proyecto familiar agrícola que perdura hasta hoy.
Aunque con su marido, el ingeniero mecánico Gianfranco Danna, optaron por hacer su propia apuesta, también con el trigo candeal al centro. Esta vez, con un doble propósito: seguir con la tradición familiar y profesionalizar el cultivo de este cereal en la zona centro sur.
Con ese objetivo en la mira, en 2019 se mudaron desde Machalí hasta Chimbarongo para fundar la empresa familiar Bigda, por sus apellidos Bignotti y Danna, la que ofrece tres servicios distintos y complementarios en torno a este cultivo.
El principal es el corretaje de trigo candeal para la empresa Tres Montes Luquetti, donde han logrado formar una red de más de 150 agricultores desde Rancagua hasta Los Ángeles, que juntos reúnen cerca de 2.000 hectáreas cada temporada.
“Los acompañamos desde la siembra hasta la cosecha”, explica Daniela, que además lidera un inédito “Encuentro de trigueros zona central”, que ya lleva dos versiones. En la instancia, donde se analiza cómo se viene la temporada, se reúnen compradores, proveedores y agricultores en torno al cultivo, junto con instituciones como el INIA, el Ministerio de Agricultura, la Conaf, bancos, agroseguros, entre otros.
“Me di cuenta de que los agricultores no se actualizaban lo suficiente y empecé a estudiar el cultivo a fondo, con el objetivo de mejorar la calidad del trigo que se produce en la zona y también poder transferir estos conocimientos a otros agricultores”.
Su capacidad de articulación y liderazgo, precisamente, la hizo merecedora del Premio “Mujer Agro Innovadora” de la Región de O’Higgins 2023. Este reconocimiento, otorgado por la Fundación para la Innovación Agraria, se le entrega a las mujeres que están contribuyendo a fomentar la innovación, a arriesgarse para introducir nuevas estrategias y tecnologías a los procesos productivos, o que se hayan destacado por su capacidad de gestión y liderazgo.
“Estaba muy sorprendida, porque no me lo esperaba. Pero también me dio mucha satisfacción ver que todo el esfuerzo hecho en estos años es reconocido por los frutos que ha dado”.
Daniela no solo ha contribuido a mejorar la relación y la articulación entre los productores de trigo candeal desde la VI hasta la VIII región, sino también a posicionar esta especie en una zona dominada principalmente por los frutales. “Antes, nadie visualizaba mucho el trigo candeal, ahora se hace notar”, asegura la fundadora de Bigda.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en el año agrícola 2022-2023 se sembraron 23 mil hectáreas de trigo candeal, un 56,5% más que el año agrícola anterior. La mayor superficie de esta variedad de trigo está en las regiones del Bío Bío (9.736), O’Higgins (4.589) y Maule (4.179). A su vez, la superficie promedio sembrada en los últimos diez años creció 53% respecto a la década anterior.
Además del corretaje de trigo, en Bigda ofrecen un servicio de drones. “Nos dimos cuenta de que su uso en trigo candeal simplifica mucho labores clave, como son las aplicaciones de fitosanitarios y fertilizantes foliares”, explica Bignotti. Asimismo, crearon un centro de reciclaje para recibir los envases de los productos químicos que se usan en los campos, y de esa forma contribuir a la disminución de la contaminación de los predios y de los canales.
Las mujeres juegan un papel fundamental en el agro, no sólo como trabajadoras, sino también como líderes y agentes de cambio en la industria agrícola. Aunque no siempre es tarea fácil para ellas hacerse un espacio en un sector que históricamente fue liderado por hombres. Algo que, según la visión de Daniela, ha cambiado significativamente.
“Al comienzo me costó, porque es un sector mayormente ocupado por hombres, muchos de ellos muy tradicionales. Entonces, yo sentía que les chocaba que una mujer joven les hiciera alguna sugerencia. Pero fueron las propias mujeres agricultoras las que me dieron el empuje para que no bajara los brazos. Ahora me siento muy bien y valorada en el rubro. Hoy día hay cariño, hemos formado lazos y siempre trabajamos en base a la confianza”.
“Ahora está mucho más parejo. Incluso en las empresas, donde antes se veía a puros hombres, hoy día se ven muchas mujeres, que están siendo cada vez más valoradas también. Se respeta y valora mucho más su opinión”.
“Hace poco tuvimos un encuentro de mujeres en el agro y hablamos de este tema. Yo creo que las mujeres solemos ser más planificadas y metódicas, y eso creo que es un buen complemento. Seguimos todo al pie de la letra. También aportamos otro punto de vista. Tener miradas diversas siempre es positivo”.
“Nuestra meta es seguir sumando otros servicios agrícolas relacionados con el trigo candeal, como maquinaria e insumos agrícolas, siempre de la mano de la tecnología”.