Ya se dio inicio a la temporada agrícola 2020/2021 y quienes pertenecen a ese mundo bien lo saben. Y es que este año nada va a ser como antes; la pandemia del coronavirus llegó a revolucionar todo, desde los turnos de trabajo hasta el aseo personal de los trabajadores, pasando por el transporte, la distancia física, la fiscalización en exportaciones y muchos otros.
En el siguiente reportaje revisaremos algunas de las medidas preventivas establecidas por los Ministerios de Salud y Agricultura, además de la manera en que ha reaccionado la industria frutícola frente a los distintos desafíos que ha planteado esta pandemia.
Estamos a pocas semanas de cumplir un año desde que se supo sobre el primer caso de Covid-19, registrado el 31 de diciembre 2019 en Wuhan. Ha sido un año diferente y donde prácticamente nada se realizó según los planes, ni según la manera en que acostumbramos a hacer las cosas. Por varios meses vimos colegios sin niños ni profesores, restaurantes y hoteles vacíos, aeropuertos y terminales de buses sin pasajeros, entre tantos otros.
Sin embargo, una de las pocas industrias que nunca detuvo su funcionamiento fue la industria alimentaria, por lo que una parte importante de los trabajadores chilenos han sido afortunados en mantener su empleo y han podido seguir produciendo productos comestibles, tanto para el comercio interno como externo.
Foto de “El Observador”
Antonio Walker, Ministro de Agricultura enfatizó: “Queremos que al mundo no le falten los alimentos de Chile. Todos sabemos que vamos a enfrentar una temporada muy exigente dado que las expectativas del sector silvoagropecuario es exportar 18 mil millones de dólares y esto lo estamos haciendo en pandemia, lo estamos haciendo con Covid-19, y queremos que la cadena de abastecimiento de alimentos funcione, que funcionen los aspectos sanitarios, que funcionen los aspectos logísticos, y queremos cumplir los programas comerciales contraídos con más de 150 países en el mundo”.
No obstante, esa continuidad en el funcionamiento es una realidad, en parte, gracias a los protocolos de autocuidado y prevención que se han desarrollado a lo largo de estos meses, ya que lo primero y más importante es resguardar la salud de los trabajadores de la industria alimentaria, y en este caso, de la industria agrícola.
En la línea de la prevención y cuidado de los trabajadores, a principios de noviembre 2020, los Ministerios de Salud y de Agricultura, entregaron una guía de autocuidado para el sector agrícola, justo cuando iniciaba esta nueva temporada: “Trabajar la tierra en tiempos de covid-19”. Paula Daza, Subsecretaria de Salud, explicó que el objetivo es que las personas “se cuiden en todos los momentos del trabajo”. Para esto, el documento establece cuatro etapas que debe seguir el trabajador para prevenir contagios: antes de salir de casa, durante la jornada laboral, almuerzo y descanso, y fin de la jornada laboral. En cada una de ellas establece recomendaciones de autocuidado, como el lavado de manos y uso de alcohol gel, mantener distancia física entre compañeros de trabajo aún cuando estén en lugares y horas de descanso, uso permanente de mascarilla, entre otros.
Por su parte, el subsecretario de Agricultura, José Pinochet, destacó que desde marzo se ha realizado un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud y afirmó que la pandemia se ha llevado muchos emprendimientos y puestos de trabajo en el sector, razón por la cual hay que “defender la agricultura chilena que da más de un millón de puestos de trabajo directos”. Es por eso que el subsecretario realizó un llamado a los empresarios del campo chileno para “tener todos los elementos de protección personal y generar facilidades para que los descansos y la hora de colación puedan ser en lugares abiertos”.
Según datos de Portal Portuario, para el periodo acumulado entre el 1 de enero y el 30 de septiembre 2020, las exportaciones chilenas totalizaron USD 18.026,7 millones, lo que significa una variación positiva del 11,8% para igual período del año anterior. No obstante, si revisamos específicamente las exportaciones de fruta fresca, durante la temporada 2019/2020 se ve una caída de 6,9% respecto al periodo anterior.
“Si bien, se registró una baja en las exportaciones, ésta no se debe en lo medular a la situación de la pandemia, sino a una menor producción de especies como las uvas de mesa, sector que está en un importante proceso de reconversión varietal y problemas de disponibilidad de agua en algunas zonas. Los arándanos y kiwis, son otro ejemplo, ya que, se encuentran en un proceso de ordenamiento. Asimismo, hubo condiciones climáticas que también afectaron los volúmenes de producción”, dijo Ronald Bown, presidente de Asoex.
En cuanto al impacto de Coronavirus en la industria, Bown señaló que la temporada pasada “se generaron algunas situaciones asociadas con una lentitud en el proceso exportador a nivel de puertos, sistema logístico y de distribución en general, como ocurrió en China. Sin embargo, debemos señalar que nuestro sector no ha parado sus operaciones y cumplido con todos los compromisos internacionales. Hemos implementado diversas medidas y procedimientos para asegurar la salud de nuestros trabajadores y la inocuidad de nuestras frutas, pues el compromiso es mantener el abastecimiento de alimentos en Chile y el mundo”.
Ahora bien, si hablamos de mercados, Estados Unidos sigue siendo el principal importador de fruta fresca chilena, con volúmenes de 775 mil toneladas. Por su parte, Asia es un mercado que está en constante crecimiento; la temporada pasada se enviaron 622 mil toneladas de nuestra fruta fresca. Así es como Asia se consolida como segundo mercado más importante para Chile, siendo China el mayor importador, con 207 mil toneladas de cerezas, 59 mil de ciruelas, 29 mil de nectarines y 11 mil de uva de mesa.
Si nos vamos al caso específico de las cerezas, especie que está en plena temporada en nuestro país, y según Portal Portuario, más del 80% de las cerezas chilenas que son enviadas a China continental ingresan a ese país a través de los terminales de la Hong Kong Seaport Alliance (HKSPA). Y es que China es el principal importador y consumidor de cerezas del mundo, por lo que los productores y exportadores chilenos no están dejando nada al azar para lograr llegar con su fruta en perfectas condiciones al gigante asiático, en el contexto de la pandemia del coronavirus.
A pesar de que el inicio de la temporada de cerezas ha sido más lento que la temporada anterior -dado el retraso que ha tenido el proceso de maduración de la fruta por las bajas temperaturas registradas en los meses de octubre y parte de noviembre-, Ronald Bown reconoce que la industria frutícola ha reaccionado de excelente manera frente a la pandemia, teniendo como principal preocupación el preservar la salud de sus trabajadores, junto con asegurar que, tanto a nivel de huertos como centrales de embalaje, se cumpla con los más altos estándares de inocuidad para la fruta fresca, otorgándole tranquilidad a los consumidores tanto a nivel internacional, como en el mercado interno.
Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, conversó con revista Campo Sureño para evaluar la temporada que se viene en cuanto a los desafíos de la pandemia. “Naturalmente será un reto, pero los productores están más preparados que el semestre pasado, los mercados siguen con sus puertas abiertas para nuestra fruta, y destinos claves para nosotros como China se están reactivando, según lo que nos ha dicho nuestro embajador en el gigante asiático, Luis Schmidt Montes. Aquello para nosotros es importante, ya que la industria proyecta un incremento significativo en los volúmenes de cereza, los cuales pueden llegar a más de 280 mil toneladas, 60 mil más que en la temporada anterior, y confiamos en la demanda de los consumidores chinos, que cada campaña son más y más”.
De acuerdo a Ronald Bown, “el principal problema tiene que ver con el ingreso de la fruta, en especial cerezas, al mercado chino, dadas todas las medidas que han implementado las autoridades de dicho mercado, con la finalidad de resguardar a su población, que incluyen la sanitización de contenedores, pallets y cajas, lo que puede generar atochamientos en la cadena de distribución y por ende, mayor lentitud en la venta de la fruta”.
De todas formas, el presidente de ASOEX afirma que hoy están centrados en la coordinación con las autoridades respectivas, para que junto con asegurar la salud de los trabajadores y la inocuidad de la fruta, no se vea afectado el funcionamiento de la industria, tanto a nivel de huertos, como de centros de embalaje y toda la cadena logística, lo que incluye certificaciones, transporte, actividad portuaria, entre otras. “Para ello, estamos estableciendo las coordinaciones respectivas con las autoridades del Ministerio de Agricultura, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Trabajo. Además, hay que ser muy eficiente en la cadena logística, para que la fruta llegue en buenas condiciones a los mercados de destino”.
Panamericana Sur km.62,9
Casilla 30.
San Francisco de Mostazal
Sexta Región, Chile
© 2024 Coagra. Todos los derechos reservados. Sitio implementado por Fideliza Comunicaciones.
