A sus 71 años y una destacada trayectoria en el agro, en esta entrevista el asesor frutícola destaca la evolución y los desafíos del agro en Chile. “La agricultura ha pasado de ser una actividad pequeña y marginal a una industria reconocida en el mundo”, afirma. Además, destaca el aporte de las generaciones jóvenes y es optimista sobre el uso de la inteligencia artificial en el campo.
Con 71 años y 43 años de trayectoria en el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el asesor frutícola Gamalier Lemus es una figura emblemática en el sector agrícola chileno. Su historia es un testimonio de la evolución y los desafíos del agro en Chile, desde sus inicios hasta convertirse en una industria de alcance mundial.
Nacido en Santiago, Gamalier Lemus se trasladó a los seis años con su familia a Huelquén, una pequeña localidad en la comuna de Paine. “Conocí la rudimentaria agricultura de fines de los 50’, inicios de los 60’. Disfruté una niñez campesina, donde vi que la alimentación depende en una enorme medida de lo que se hace en el campo”, recuerda.
Fue en Buin, durante su enseñanza media, donde decidió entre dos caminos: ser profesor de biología o estudiar agronomía, una carrera que parecía inalcanzable para alguien sin tierras. Sin embargo, logró su título y rápidamente encontró trabajo, marcando el inicio de su larga y fructífera carrera en el agro.
La agricultura en Chile, reflexiona, ha cambiado dramáticamente en los últimos 50 años. “Pasó de ser una actividad pequeña y marginal a una industria reconocida en el mundo por su desarrollo y efectividad comercial”, afirma Lemus. Este cambio ha sido impulsado por hitos significativos, como el impulso de la fruticultura de exportación en los años 60 y la colaboración entre el Estado y los privados. “La adopción y creación de nuevas tecnologías ha hecho que Chile tenga producciones frutícolas tan buenas como los países desarrollados”, destaca el asesor.
“La adopción y creación de nuevas tecnologías ha hecho que Chile tenga producciones frutícolas tan buenas como los países desarrollados”
“La energía juvenil es vital”
Gamalier Lemus también ha sido pionero en la asesoría agrícola, una actividad que ha visto un notable crecimiento en los últimos años. “Yo soy de una generación posterior a grandes maestros como Ginés Reñasco y Gregorio Rosemberg”, comenta. La asesoría actual, explica, está en manos de estudiosos de los requerimientos agronómicos de los cultivos, así como de funcionarios de exportadoras y comerciantes de insumos agrícolas que ofrecen apoyo agronómico.
En ese sentido, destaca que el rol del asesor agrícola ha evolucionado significativamente, sobre todo influenciado por los avances científicos y tecnológicos. “Hoy, el asesor no solo se encarga de las recomendaciones técnicas del manejo de los huertos, sino también aporta directrices comerciales”, explica Lemus. “Los avances tecnológicos son el principal insumo de los asesores, y por eso en Chile se ven cambios y mejoras permanentes en los predios bien asesorados”
En una era donde las generaciones mayores ligadas al campo conviven con las más jóvenes, Lemus destaca la importancia del aporte de ambas. “La energía juvenil, que maneja conocimientos de última generación, es vital. Los asesores de generaciones anteriores son referentes técnicos y quienes han vivido coyunturas que pueden servir de experiencia a los más jóvenes”, señala.
Sobre el uso de la inteligencia artificial en la agricultura, Lemus es optimista. “En un plazo no muy largo, la inteligencia artificial hará que los asesores frutícolas tengan un perfil muy diferente al actual, incluso, el enfoque de la enseñanza agronómica debería cambiar drásticamente. Tecnologías modernas, como el monitoreo del campo por drones, integrarán muchas más variables que las que una persona sea capaz de considerar”
Mirando hacia el futuro, Gamalier Lemus tiene una visión clara: “La agricultura y el desafío ecológico de cuidar el ambiente pasan a ser piedra angular de la actividad que asegure alimentación sin contaminación y sin erosionar los recursos naturales. La ciencia generada por entes apoyados por el estado, como universidades e institutos de investigación y desarrollo, deben ponerse al servicio de esta línea de trabajo. Los asesores resultan indispensables en esta estructura productiva y conservacionista, indispensable para las generaciones que vienen tras nosotros”.
Lemus no solo ha sido testigo de la evolución del agro en Chile, sino también un protagonista activo en su desarrollo. Su vida y trabajo son un recordatorio del impacto que una persona puede tener en un sector tan vital como la agricultura.