En alianza con Impulso Docente y SNA Educa, Coagra está transformando la educación técnico profesional agrícola con un modelo que une la formación técnica, el desarrollo socioemocional y la conexión directa con el mundo laboral. El programa ya se implementa en dos liceos del Maule y proyecta seguir creciendo.
Entre tractores, huertos y laboratorios, un grupo de estudiantes del Liceo Bicentenario Agrícola Marta Martínez Cruz de Yerbas Buenas y la Escuela Agrícola Superior Molina, ambas en la Región del Maule, viven una experiencia educativa diferente. No solo aprenden sobre producción, riego o manejo animal, sino que también descubren cómo liderar con empatía, trabajar en equipo y mirar el campo como una oportunidad de desarrollo personal y profesional.
Porque es así cómo se vive “Cosechando el futuro: líderes agrícolas en formación”, el innovador programa que Coagra implementa junto a Impulso Docente para fortalecer la educación técnico profesional agrícola con una mirada integral.
“El mundo agrícola necesita jóvenes preparados técnica y emocionalmente para liderar los desafíos del futuro”, explica Evelyn Gaymer, Gerente de Personas y Sustentabilidad de Coagra, quien lidera el proyecto. “Queremos que los estudiantes no solo aprendan los aspectos técnicos del agro, sino que también desarrollen habilidades para convivir, liderar y proyectarse dentro del sector. Eso es lo que realmente transforma comunidades”, suma.
Con las manos en la tierra, y la mirada en el futuro
El programa nació en 2024, también con el apoyo de SNA Educa, red que agrupa a 12 liceos agrícolas del país. Comenzó como un piloto en Yerbas Buenas, y este año se amplió a Molina, consolidando una alianza que combina la experiencia técnica de Coagra con el acompañamiento pedagógico de Impulso Docente.
El propósito es doble. Por un lado, se busca fortalecer la convivencia escolar y el bienestar de los estudiantes, y por otro, acercar el mundo educativo al laboral con actividades que los conecten con la realidad del sector. Por ejemplo, se organizan visitas a las sucursales de Coagra en Linares y Curicó, donde los estudiantes han podido observar procesos logísticos, de seguridad y asesoría técnica, conectando teoría y práctica de una manera vivencial.
“La salida me pareció muy buena, aprendimos cosas que no sabíamos. Lo que más me quedó fue el cómo trabajan aquí en Coagra. Es muy sorprendente cómo una empresa exporta a casi todo el país”, destaca Nicolás González, estudiante de la Escuela Agrícola Superior Molina, entusiasmado con la experiencia.
Charlas, mentorías y experiencias reales
Además de las visitas, los estudiantes participan en charlas motivacionales y mentorías impartidas por gerentes y profesionales de Coagra. Son espacios donde los jóvenes pueden conocer historias reales de esfuerzo, innovación y compromiso con el agro.
“Estamos muy contentos de hacer estas actividades con la Escuela Superior de Molina. Los niños vienen muy contentos, preguntan mucho y les interesa. Ha sido una experiencia muy enriquecedora para todos”, comenta Camila Gamboa, directora comercial de Coagra Curicó.
La ejecutiva también ha acompañado a los equipos en sesiones de mentoría con los proyectos de 3° y 4° medio: “Nos presentaron sus ideas, y nosotros les dimos feedback sobre cómo mejorarlas, cómo presentar mejor, qué querían vender. Fue una conversación muy entretenida. Había proyectos muy bonitos respecto a la agricultura”, agrega.
Impacto en la escuela y en la sala de clases
Pero el trabajo no se limita a los estudiantes. Con el acompañamiento de Impulso Docente, los equipos directivos y docentes han fortalecido sus prácticas pedagógicas y estrategias de convivencia escolar.
“La alianza con Coagra impacta directamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje de nuestros estudiantes y fortalece las habilidades socioemocionales que ellos van a desempeñar en el campo laboral más adelante”, afirma María Victoria Salinas, jefa docente del Liceo Marta Martínez Cruz.
María José González, coordinadora académica de la Escuela Agrícola Superior Molina, añade: “Es un programa que nos ha acompañado en la planificación de actividades y de cómo podemos incorporar el aprendizaje socioemocional en el aula. Hemos aprendido a observar clases de mejor manera y de una forma muy objetiva”.
A dos años de su inicio, “Cosechando el futuro” se ha convertido en una experiencia transformadora tanto para las escuelas como para los equipos de Coagra. “El valor de este proyecto es que conecta la educación con la realidad del campo”, destaca Gaymer.
El entusiasmo también lo comparte Bernardita Yuraszeck, presidenta ejecutiva de Impulso Docente: “Estamos ante una oportunidad única de impactar de manera profunda y sostenible en la educación técnico profesional agrícola. Este es solo el comienzo de un proyecto que, con el compromiso de todos, seguirá creciendo y fortaleciendo el futuro de los estudiantes”.








